Las hay de cuchara, de tenedor o para comérselas directamente con las manos. Pero no es tan sencillo "retratar un plato" como parece, hay que cuidar cada detalle al máximo: Texturas, luces, brillos, sombras... todo ello con un único propósito: Hacer que nos las comamos con los ojos. ¡¡ Bon apetit !!
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